Subscibeté!
Subscribeté!
Ver condiciones particulares
Home > Sheila Zabeu
Sheila holds a Bachelor's degree in Computer Science from the University of São Paulo (Brazil), but she fell in love with Journalism when she was invited to be part of the PC Magazine editorial staff. After that, Sheila was responsible for other technology publications and started to work with Content Production and Consulting in Communication for companies in IT, science and financial industries in 2004. She also has a graduation degree in Public Relation and Corporate Communication.
Sueño de Nikola Tesla hace más de un siglo, la transmisión inalámbrica de energía se hace realidad día a día. Existen varios medios para transmitir energía sin utilizar cables. El método más común es por inducción electromagnética, pero sólo puede aplicarse en casos en los que la distancia entre emisor y receptor es milimétrica.
A partir de 2023, se espera que surjan nuevas aplicaciones de las tecnologías para hacer más inteligentes los edificios. Según un estudio de Fortune Business Insights, además de las normativas gubernamentales más estrictas en todo el mundo y la preocupación por los elevados costes energéticos, medioambientales y de sostenibilidad, la mayor adopción de soluciones de Internet de las Cosas (IoT) y los avances en Inteligencia Artificial (IA) estimularán la demanda de soluciones para edificios inteligentes, dibujando un mercado valorado en 328.600 millones de dólares para 2029, con una tasa de crecimiento anual compuesto del 22,2% entre 2021 y 2029.
En 2023, después de más de tres años de pandemia, se espera que el gasto general en salud disminuya en términos reales debido a la inflación y al lento crecimiento económico. En cuanto al mercado de capital riesgo de salud digital específicamente, se espera que las cantidades invertidas se mantengan en el mismo nivel que en 2020, permaneciendo entre 15.000 y 25.000 millones de dólares. La asociación entre tecnología y pacientes promete muchas oportunidades que podrían aprovecharse el año que viene. Pero es probable que la digitalización del sector de la salud siga sufriendo la presión de una normativa más estricta en muchas partes del mundo en relación con el uso de los datos de los pacientes.